lunes, 18 de mayo de 2009

La felicidad como rebeldía

Con la muerte de Mario Bendetti se va uno de los poetas y narradores más importantes de América Latina y, por supuesto, del mundo. Nadie como él supo expresar la felicidad de lo cotidiano, de seguir en la lucha disparando letras y no balas, de seguir enamorado hasta el último de sus días y de tener nostalgia de sentir nostalgia.

Sus relatos delataban su humildad. Escribía de forma sencilla y directa, directamente al corazón de cada lector. Sus novelas, siempre pequeñas, contaban con esa fórmula clásica de sorprendernos en las últimas páginas, con esas vueltas de tuerca que sólo un gran narrador puede crear.

Le gustaba el fútbol, tomarse un café en el centro de Montevideo y ser uno de esos escritores silenciosos pero de sonrisa eterna, de esos que saben que las letras nos dan la paz, pero al mismo tiempo son capaces de tumbar imperios.

En lo personal, hay una estrofa de uno de sus poemas que me marcó para siempre, porque con ella era capaz de demostrarme que una sonrisa sincera o el equilibrio perdurable era el mayor símbolo de rebeldía frente a los sistemas y los modelos que nos oprimen y nos constriñen el alma:

Te quiero en mi paraíso;
es decir que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.

Y al final, el 17 de mayo de 2009 nos dimos cuenta que Benedetti nunca congeló júbilo, ni quiso con desgana y nunca se quedó inmóvil, al borde del camino. Mario Benedetti nunca quiso salvarse, por eso siempre se quedará con nosotros.

martes, 12 de mayo de 2009

La lucha de Sonia Pierre

Tal vez para muchos el nombre de Sonia Pierre no les diga nada. Sin embargo, para muchas mujeres y jóvenes de origen haitiano que viven en República Dominicana es sinónimo de esperanza.

Sonia Pierre nació en el seno de una familia de origen haitiano en Altagracia, provincia de San Cristobal, en la República Dominicana, es decir, es dominicana de nacimiento. No obstante, tanto ella como miles de mujeres de origen haitiano luchan porque este derecho siga siendo reconocido por las autoridades del país a través del Movimiento de Mujeres Dominico-Haitianas (MUDHA).

En entrevista para Educación sin Fronteras, Pierre asegura que desde niña vivió un ambiente de exclusión, racismo y xenofobia debido a su origen. Tal vez por eso Pierre decidió estudiar una carrera cercana a la gente como lo es Trabajo Social en la vecina isla de Cuba.

En 1983, después de colaborar con varias organizaciones, Pierre funda una pequeña organización que con los años se convertiría en MUDHA, para trabajar en los bateyes azucareros del país. Sin embargo, a partir del 2007 su lucha se ha intensificado con la iniciativa por parte del gobierno dominicano de desnacionalizar a los hijos de inmigrantes haitianos.

“La circular 017 permitiría que la Junta Central Electoral anule la nacionalidad de alrededor de 800 mil personas de origen haitiano”. Esta situación provocaría que esta población se encuentre dentro de un limbo jurídico que no les permitiría estudiar, trabajar ni circular libremente por el país.

Precisamente en materia educativa, Pierre recalcó que esta anulación de la nacionalidad evitaría que los estudiantes puedan recibir sus certificados o títulos de grado. “Lo único que provocaría esta situación sería un auge en la delincuencia debido a la falta de oportunidades para los jóvenes”. Añade además que estas medidas se están tomando cuando en estos momentos no ha habido un cambio en la constitución del país, por lo que denuncia que se trataría de una medida ilegal.

Igualmente en materia laboral, las personas que no cuenten con la nacionalidad se encontrarán en una situación de exclusión que los obligaría a trabajar en condiciones desfavorables frente a la demás población, pues no contarían con las prestaciones de ley. “Quienes se beneficiarían serían los empresarios que los contratarían con un bajo salario y trabajando de doce a dieciséis horas”, asegura Pierre.

Actualmente desde MUDHA se realizan campañas de sensibilización tanto con la población así como con agentes del Estado en busca de evitar que se continúe con esta campaña. También realizan seminarios durante el mes de diciembre con personas de diferentes países con el fin de conocer la realidad de otras problemáticas y contrastarlas.

Además MUDHA ha solicitado un cambio en la constitución para proteger a la población de origen haitiano a través del reconocimiento de este colectivo, además de solicitar que no sólo los hombres puedan otorgar la nacionalidad dominicana por matrimonio.

Hasta la fecha la labor de MUDHA ha sido reconocida con sendos premiso de Amnistía Internacional y el Kennedy Memorial, los cuales les ha servido para buscar ayuda internacional para su lucha, principalmente han logrado contactar con legisladores norteamericanos que obliguen al gobierno dominicano a cumplir los Derechos Humanos en la isla antes de que entre en vigor el Tratado de Libre Comercio.

Sonia Pierre asegura que la relación con Educación Sin Fronteras les ha servido para aprender mucho en materia de educación. Durante varios años Montserrat Bové, ex-coordinadora de ESF en República Dominicana, ha acompañado a Sonia en su trabajo y ha realizado una tesina sobre la educación en los bateyes que ha servido de base a MUDHA para seguir en su lucha por el derecho a la educación.

A pesar de que todo indica que la lucha por la igualdad en República Dominicana será larga, Sonia Pierre está convencida que lograrán sus objetivos. Nunca lo dice, pero lo transmite, por eso muchos siguen confiando en ella.
-------------------------------------------------------------------
Autor: carlos lópez-aguirre. Publicado en http://www.educacionsinfronteras.org/. Abril, 2009

viernes, 1 de mayo de 2009

La belleza y la miseria

Para mi familia y amigos en el México de la influenza.
Año MMIX d. C.

México es un país especial. No lo digo porque sea la tierra donde nací, sino porque después de varios años de conocerla, estoy convencido de que no hay otro lugar en el mundo donde se conjuguen, en absoluta armonía, la belleza y la miseria.

Pero no hablo sólo de la belleza estética, ni me refiero en particular a la miseria económica, sino a esos conceptos abstractos que incluyen, dentro de sí mismos, las acciones concretas de los seres humanos. En este caso, nosotros los mexicanos.

Ser un país latinoamericano significa ser un país de contradicciones. Hijos de la soberbia y la violación (hijos de la chingada diría Octavio Paz) nos ha convertido en países en busca de una identidad que no acabamos de definir.

En esta búsqueda permanente de nosotros mismos, en México hemos sido capaces de independizarnos de la mano de un general español después de que miles e indígenas consiguieran su conquista. Dejamos que un dictador perdiera más de la mitad del país, pero le rogamos una y otra vez que volviera para 'salvar' la patria. Fusilamos a un príncipe europeo a favor de la república liberal pero desde siempre nos hemos considerado por definición como católicos y guadalupanos. Hicimos una revolución para acabar con una dictadura y con la desigualdad social y acabamos en otra dictadura (perfecta diría Vargas Llosa, tal vez porque era lo que él mismo pretendía en el Perú) y sin ninguna posibilidad en el horizonte de alcanzar la igualdad. Morimos en Tlatelolco, admiramos al ‘Che’ Guevara y a Salvador Allende, pero nos entregamos al neoliberalismo y a sus autores antes de permitir que la izquierda ascendiera al poder por primera vez en su historia. Rescatamos a vivos y recogimos a nuestros muertos entre las ruinas de la capital en la mitad de los ochenta y luego cortamos cabezas y lanzamos granadas a la multitud en Morelia en el Siglo XXI. Llenamos plazas para ver al Papa y también a Marcos. Vivimos la mayor pandemia del último siglo y mantenemos la calma.

Cinco siglos de belleza y de miseria se definen en un solo nombre, México.

carlos lópez-aguirre
Barcelona (durante la última lluvia de primavera), 30 de abril de 2009